En los últimos años la tecnología ha permitido desarrollar una nuevas prótesis, de material PEEK, que se diseñan de manera personalizada para paciente, y sustituyen las antiguas prótesis de silicona en las que sólo se podían elegir 3 tamaños y no se adaptaban a las peculiaridades de cada paciente.
El peek es un polímero termoplástico semicristalino, que gracias a sus propiedades mecánicas similares al hueso y a ser biológicamente inerte, no provoca rechazos ni alergias.
Además, al contrario que las prótesis de silicona, no se desplazan, rotan o rompen y no provocan reabsorción ósea.
Habitualmente utilizamos estas prótesis en pómulos, mentón y ángulos mandibulares, aunque se pueden usar también en el hueso frontal (frentes que necesiten proyección) o en el suelo de la órbita tras un traumatismo